jueves, 29 de enero de 2009

Playmobil

Creo que es maravilloso cuando la vida nos da nuevas sorpresas, cuando esos días que uno piensa serán como cualquier otro se convierten mágicamente en momentos inolvidables, cuando uno se encuentra inesperadamente con esa personita especial. A mi me pasó exactamente hace una semana. No fue un encuentro premeditado, mucho menos imaginado. Fue más bien como si alguien me cuidara, como si alguien que no vemos aunque está en todas las cosas se dijera: "Rafael no tiene que estar solo!". Y cual pieza de ajedrez me pusiera enfrente de este niño. Un niño al que le gusta jugar con playmobil, escuchar a joan manuel serrat, imaginar castillos y edificios pero, sobre todo, que tiene un corazón grande como un león. Él me invitó a su casa teniendo apenas unas horas de conocernos. Nunca alguien había hecho algo tan noble por mí. Cuando nos vemos, me dice "barbitas" y me encanta que esté junto a mi. Y aunque esto está apenas comenzado, no tengo ganas de que tenga un fin. Quiero que me lleve a Hermosillo para apreciar el atardecer en el norte, quiero bailar zapateado y darle un abrazo cuando lo necesite, quiero esconder besitos bajo su almohada y regalarle una flor de miradas, quiero quedarme por simpre con él.

1 comentario:

Tino dijo...

ay quñe lindo, yo quero uno!!!! jajajaja.
Besitos, bien negros.
Por cierto, voy a México creo la próxima semana.Tú dices si te atreves a quitarme la virginidad, jajaja. Sólo bromeaba, pero sí, en efecto voy a México en unos días, creo que para estar un ratote.